Acaba de tener un accidente, ha salido disparado por el parabrisas, su cabeza se ha estampado contra el canto de una afilada piedra, su dedo señala la brecha de la que chorrea un reguerillo de sangre agonizando casi sin despeinarse. El accidentado no es otro que el propio pintor del cuadro: Alfonso Ponce de León.
Un cuadro que con el título de Autoretrato se mostraba por primera vez en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1936. Premonitorio donde los haya, su autor meses más tarde era detenido en el paseo de la Castellana junto a su mujer Margarita Manso. Su cuerpo, torturado en la cheka de Fomento, fue encontrado días más tarde en una cuneta de Vicálvaro.
Pintor vanguardista encasillado en lo que se llamó el realismo mágico y que me recuerda mucho a la polaca Tamara de Lempika.
Se formó en la Academia de San Fernando. Allí tuvo como profesores a José Garnelo, Cecilio Pla y José Moreno Carbonero, entre otros, y como compañeros de clase al escultor Emilio Aladrén, a Salvador Dalí, Maruja Mallo y Remedios Varo.
Entre sus amigos de esa época figuran, además de Aladrén y Mallo, Federico García Lorca, José Moreno Villa y Margarita Manso Robledo, que había ingresado en San Fernando en 1924 y que se convertiría en su mujer tres años antes de su muerte.
También conoció a Luis Buñuel y otros contertulios del Café Granja El Henar. Más tarde viajaría a París donde conocería a Picasso. Por ésta época su obra comienza a conocerse también fuera de España.
Vinculado a la Falange Española desde su fundación realiza labores de propaganda diseñando una serie de carteles para el movimiento y fundando el cineclub del Sindicato Español Universitario (SEU). Actor y director de cine, Ponce de León dirige en 1934 la película Niños y en 1935 colabora con Edgar Neville en Do, Re, Mi, Fa, Sol (la vida privada de un tenor).
Un pintor desconocido hasta hace poco que en los años de preguerra fue muy conocido y respetado en el mundillo artístico de la capital.
El Reina Sofía le dedicó una exposición en el verano del 2001.
Para quienes estén interesados en su cuadro, Autoretrato, se puede ver en el Reina Sofía en la sala contigua al Guernica.